martes, 10 de mayo de 2016

Be happy

Ha pasado casi un año desde que escribí por ultima vez y la verdad es que muchos días he pensado en hacerlo de nuevo pero unas veces por falta de ganas y otras veces por falta de ganas ... pues ha pasado casi un añito, pero aquí estoy de nuevo. 
Ya os conté en las anteriores "reflexiones" que la literatura y yo no os llevamos demasiado bien aunque la verdad es que cuando me pongo no se me da nada mal...
Al lío, en estos meses sobretodo desde enero, mas o menos, me he dado cuenta de una cosa, de que como dice Fito, la vida te dará los besos que tu puedes dar, y así a sido, todo cambia desde el momento que decidí hacer lo que me apetecía, sin pensar en lo que podrían decir los zombis que suelen habitar a mi alrededor, con hacer lo que me de la gana no quiero decir que me haya vuelto punk ni perroflauta con dinero, me refiero a llevar a cabo esas ilusiones, metas, proyectos o aventuras que me rondaban por la cabeza y que por una cosa u otra, bueno mas bien una, no las llevaba a cabo.
Creo que las cosas empezaron a cambiar cuando le dije a C. que quería hacer teatro, me puso a prueba en el palenque, y después C. y L. me han dado la oportunidad de estar en lo que puede que sea la mejor obra del mundo ademas de conocer a alguien muy especial R. Fué dejar pasar unos días, entender como funciona esto de ser otro y zas! como una boca el teatro se tragó al Miguel apagado que se arrastraba sin pena ni gloria por el Real Sitio de Manzanares para hacer salir a otro calvo renovado, sonriente  y con ganas de ser feliz a pesar de que siguen existiendo seres que no lo ven así, pero eso es otro Cantar del mio Cid... que la verdad me importa mas bien poco a estas alturas del encuentro...
Luego han venido otras cosas guays, como conocer a gente muy interesante a través de mi niña Onda Pedriza, descubrir que gusta lo que con tanto esfuerzo haces día a día, poder trabajar con mi hermana mayor C. por fin después de tantos años, ver como salen adelante proyectos de otras personas con tu ayuda, hacer disfrutar a la gente mayor con algo tan simple como la música en un portátil y sobretodo que te den las gracias mencionando tu nombre despues de bailar "La abuela fuma", saber que hay buenas personas en cualquier sitio del mundo y que solo hay que escucharlas para que te hagan sentir igual de bien que ellas.
Pero lo mejor que me ha pasado sin duda es que he aprendido a verme por dentro, a conocerme y valorarme cosa que no hacia hasta ahora, a creer en lo que hago, a no fiarme de mi mismo y a exigirme más cada día, a disfrutar de las pequeñas y grandes cosas, a sonreír siempre que pueda porque no cuesta nada y mola, a ayudar y a escuchar a quien te pide ayuda y a un montón de cosas más que son geniales y me estaba perdiendo porque sin darme cuenta me estaba convirtiendo en un señor de 42 años en vez de un adolescente de 42 tacos que es lo que soy y de lo que no me arrepiento.
Hasta otro día...
Sonreíd insensatos !!!


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